Cuando la justicia se oculta, la fe debe hablar
- Patricia Ruiz Cantu
- Jul 30
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Luis León, un residente legal de 82 años, entró a una oficina de inmigración buscando reemplazar su tarjeta de residencia. Lo que sucedió después no tiene explicación legal ni moral: fue esposado sin previo aviso, su esposa fue detenida por 10 horas, y su familia fue engañada por alguien que fingía ser abogado, diciéndoles que había muerto.
No fue un error. Fue una deportación secreta, sin orden judicial, sin registro, sin derecho. Fue llevado a Guatemala, un país donde nunca ha vivido y donde no tiene lazos. Allí colapsó por falta de atención médica y fue encontrado en un hospital gracias a familiares en Chile.
Este acto fue una violación clara de los derechos humanos y una señal alarmante del poder sin control que aún domina nuestro sistema migratorio.
📖 “El Señor da libertad a los cautivos; el Señor sostiene al huérfano y a la viuda, y trastorna el camino de los impíos.”
— Salmo 146:7-9
En RenaceUSA creemos que la dignidad humana es sagrada. Y cuando las instituciones fallan, la comunidad de fe debe alzar la voz. Esto no es justicia. Es una advertencia. Y el silencio ya no es una opción.
📖 “Abre tu boca por los mudos, por los derechos de todos los desdichados.”
— Proverbios 31:8
Este caso nos recuerda:
Que la crueldad institucional sigue viva.
Que los más vulnerables están en riesgo, incluso con residencia legal.
Que la verdad debe salir a la luz y el pueblo de Dios debe ser parte de esa luz.
Si no hablamos ahora, ¿cuántos más serán silenciados?